Ayer turbó la piedra su reposo:
fue sometida a bárbara tortura;
y hoy se levanta, cálida escultura,
erigida en espléndido coloso.
Renunció ayer el lienzo temeroso
a toda su pureza y su blancura;
y hoy se impregna, magnífica pintura,
de colores y de arte clamoroso.
Ayer sufrió el poeta torturado,
a golpes esculpido en su declive,
con su candor dolido y mancillado.
Hoy mora en su pesar, solo malvive,
sabiendo que el dolor es su legado,
y que es solo al dolor a quien escribe.