La vida.
Esa locura.
Esa blanca margarita
que se deshoja poco a poco
con ternura.
Y entre el ser y el no ser
todo se mueve dulcemente
hacia el horror:
cuando el que se piensa mano
se descubre flor.
La vida.
Esa locura.
Esa blanca margarita
que se deshoja poco a poco
con ternura.
Y entre el ser y el no ser
todo se mueve dulcemente
hacia el horror:
cuando el que se piensa mano
se descubre flor.