¿Énfasis ansiarás en este verso?
¡¿verme vociferando por escrito?!
¿o acaso perseguir el vil delito,
salvando, siempre heroico, el universo?
¿O agradar al cristiano y al converso
entonando un sonido manuscrito
en un canto melódico exquisito?
Pídeme, soy el ritmo y soy diverso.
Puedes con once notas de colores
crear un verso bello y horaciano
o en uno sáfico exaltar amores.
También podrás, con tu espléndida mano,
en un dactílico hablar de valores,
huyendo del rimar garcilasiano.